Las tardes con
encanto son mi fuente de inspiración, aquellas tardes que, sin querer, hacen que suspires cuando estás en
casa y tienes un rato de soledad para ti.
Las tardes con
encanto son como aquellas canciones que escuchas una y otra vez y no te
cansas, no son exigentes, ni te aburren, ni tienen ninguna verdad más
que la que tú le quieras dar.
Así son mis
tardes con encanto: puras, inocentes, únicas. La luz que entra por la ventana
después del medio día me hace sentir especial, la taza de café y aquella
canción que suena de fondo. Son mi refugio, las que me ayudan a desconectar.